¿Qué significa poner ‘la casa en regla’ en los negocios?
Seguramente conoces o te has relacionado con algún empresario, emprendedor, profesional, o persona de negocios, que cuenta con un elevado sentido de competencia hacia su actividad. Sus estudios y años de experiencia, no en pocos casos le han conferido diversas formas de éxito. Es probable que seas tú la persona de quien hablo en este artículo.
Pero cuando de administración se trata, varias de estas personas exitosas pueden llegar afrontar algunos “dolores de cabeza”, pues no están familiarizados con el concepto de mantener ‘la casa en regla’.

Independientemente del giro de negocio al que se dedique este individuo exitoso; es común que los asuntos administrativos-financieros le sean conferidos a personas de extrema confianza para el negocio, tales como contadores o asistentes administrativos.
Si bien estos profesionales son colaboradores fundamentales del negocio, es preciso recordar que su trabajo existe para atender fines específicos, tales como: pagos de impuestos, gestión de nómina o, eventualmente, apagar algún incendio derivado de las complicaciones propias de la administración.
Pero las decisiones administrativas estratégicas, vitales para la eficiencia financiera del negocio, son trabajo que va más allá de las tareas propias de un contador o asistentes administrativos. Es recomendable que el levantamiento de información para estas decisiones pase por los ojos de un especialista en la rama.
Este tipo de profesionales te ayudarán con el concepto del que hablé al principio. ‘Tener la casa en regla’ es desarrollar pasos que permitan al negocio contar con buenos procesos; rutinas de control; y políticas que permitan disciplinar, en el buen sentido de la palabra, a dueños y administradores de negocios.
¿Por qué es necesario esto?
La complejidad de las normas y regulaciones tributarias provoca que, no en pocos casos se incurra en incumplimientos que, ante una observación de las autoridades, impliquen pagos de impuestos, intereses y multas no contempladas en los presupuestos previamente planificados para el negocio.
Llevar a cabo una adecuada planificación tributaria-financiera siempre será una inversión que, a corto plazo podría otorgar beneficios tangibles e intangibles que mejoren la gestión de los negocios y la calidad de vida sus propietarios y administradores.
Asesorarse adecuadamente para contar con conocimiento pleno de las normativas, además de ahorrar inconvenientes, puede abrir las puertas para aprovechar beneficios establecidos en las leyes, o incluso, contemplar casos que permitan el reclamo de impuestos que hayan sido pagados en exceso.