LAS MEJOR PREPARADAS PARA LAS CRISIS

Abogado de la USFQ, con un postgrado en Derecho Tributario y otro en Derecho Procesal por la UASB. Docente en la Universidad Andina Simón Bolívar y especialista en empresas familiares. Master en Regulación Económica y Derecho de Competencia de la Universidad de Bonn, Alemania. Y, master en Derecho de los Negocios en la Universidad de Berkeley, California.
pablo@morales.ec
Resiliencia y transformación en familias empresarias.
Las empresas familiares juegan un rol esencial en la economía mundial. En Ecuador, representan más del 90% de las compañías y generan, al menos, el 80% de los puestos de trabajo. De ahí que, fortalecerlas –sin lugar a dudas– es un propósito global y prioritario, ya que nos enfrentamos al reto más importante del siglo.
Las ventajas competitivas de este tipo de empresas son: existencia de mayor compromiso, conocimiento generacional, confianza recíproca, intercambio de ideas, flexibilidad en tiempos y dedicación, unidad por un mismo objetivo, menor endeudamiento, facilidad de recorte de gastos y resiliencia en momentos difíciles.
Su capacidad de movilizar otros recursos para enfrentar una crisis les permite hacer prevalecer sus valores y cultura familiar. Sin embargo, si no existe una estrategia de negocio a largo plazo, sus ventajas pueden rápidamente convertirse, entonces, en grandes desventajas que, inclusive, amenacen con una posible desaparición.
Las debilidades pueden ser: familiares, empresariales y patrimoniales. Los números son implacables y muestran que solo 3 de cada 10 empresas familiares llegan a segunda generación, 1 de 10 a tercera y, obviamente, alcanzar a cuarta generación es una excepción con contados ejemplos.

Ahora mismo hay un elemento que pocos contemplan y es indispensable para este tipo de firmas: la sucesión. La mayoría de negocios tiene a la cabeza un líder que forma parte de la población de mayor riesgo ante el Covid-19. Lograr que las empresas y el legado de sus fundadores perdure en el tiempo es el objetivo para el cual ya se han creado recursos legales, económico-financieros, gerenciales, psicológicos, entre otros. Estos son protocolos o contratos hechos a medida para: la familia, la compañía y su sucesión patrimonial.
El primero es un acuerdo marco para regular el comportamiento de la familia con respecto a la empresa y al patrimonio, donde se establecen reglas claras encasillando cada una es su espectro esencial. El protocolo empresarial regula la toma de decisiones en la empres y establece los requisitos para que los miembros de la familia puedan involucrarse. El protocolo de sucesión regula el traspaso patrimonial, acompañado de una hoja de ruta para que el fundador pueda retirarse y ceder el control a una generación que está pronta a afrontar una sucesión.
El protocolo familiar es un traje a la medida realizado para cada familia, documentos vivos que evolucionan conforme lo hace la empresa y el grupo. El objetivo es permitir que las empresas familiares se conviertan en familias empresarias.
Los números son implacables y muestran que solo 3 de cada 10 empresas familiares llegan a segunda generación, 1 de 10 a tercera y alcanzar a una cuarta generación es una excepción.